En 1947, el arquitecto húngaro Marcel Breuer visitó Argentina invitado por la Universidad de Buenos Aires.
Su estadía apareció ocho semanas, durante las cuales el maestro de la Bauhaus dictó un curso de arquitectura y diseño y participó en un proyecto de urbanización con estudiantes de la facultad de arquitectura del sur de la ciudad de Buenos Aires. Además de sus actividades académicas, Marcel Breuer impartió cinco conferencias sobre temas arquitectónicos.
La Universidad de Buenos Aires nombró a Breuer como asesor del comité para redactar el plan de construcción del edificio de la Universidad y recibió una propuesta formal para presidir la Escuela de Arquitectura de la Universidad, que Breuer no decidió.
Breuer fue convocado por la Universidad Nacional de La Plata para crear y dirigir una nueva Facultad de Arquitectura, tarea que prosiguió meses después de salir del país, sin resultados positivos.
El artífice de la visita de Marcel Breuer a la Argentina fue Eduardo Catalano, quien negoció con las autoridades la llegada del maestro húngaro. Catalano se graduó como arquitecto en la Universidad de Buenos Aires; luego realizó un posgrado en Harvard con Walter Gropius y fue alumno de pregrado de Marcel Breuer, con quien mantuvo una relación profesional que logró el resto de sus vidas.
Durante la estadía de Marcel Breuer en Argentina, Eduardo Catalano y Carlos Coire recibieron el encargo de construir un parador y una discoteca en un terreno frente al mar en la ciudad costera de Mar del Plata. El encargo formó parte de un proyecto de reactivación urbana en el barrio de La Serena, una localidad alejada del centro urbano de Mar del Plata.
Un mediodía, mientras almorzaba con Breuer tras un día de clases en la Universidad, Catalano y Coire le propusieron participar en el proyecto del parador. Explicaron el objetivo de la obra, la ubicación del lote, las cualidades del contexto y las necesidades programáticas.
Breuer acordó trabajar en el proyecto, analizó rápidamente las pautas del programa y dibujó en una servilleta el contorno del Parador en forma de trébol de cuatro hojas. Para Breuer, el edificio debe ser elevado y tener un amplio desarrollo perimetral para favorecer las vistas al mar; además, el perímetro de cristal permitía transformar el club de noche en un foco visible desde lejos.
Los primeros dibujos se realizaron en el estudio de Catalano y Coire. Breuer definió la estructura y el cerramiento perimetral antes de partir. Catalano y Coire terminaron el proyecto del Parador Ariston unos días después.
La obra se llevó a cabo entre diciembre de 1947 y febrero de 1948, superando varios problemas constructivos por falta de algunos materiales. El Ariston comenzó a operar a fines de febrero, cuando aún no se había completado. El trabajo continuó hasta su finalización definitiva en agosto de 1948.
Durante varios años el Parador Ariston apareció como discoteca, pero con el paso del tiempo fue mutando hacia diversos usos que dieron lugar a diversas modificaciones estructurales, hasta que el edificio fue abandonado a mediados de la década de 1990. Desde entonces, el Parador Ariston fue vandalizado y dejado en un estado de ruina inconcebible.
Por su diseño e impronta histórica, el Parador Ariston es símbolo de modernidad y una de las obras más destacadas del patrimonio arquitectónico latinoamericano. Pero, al mismo tiempo, es una ruina arquitectónica moderna inexplicablemente abandonada a su suerte.
Entendemos la arquitectura como un hecho cultural que se expresa mediante operaciones de representación formal. Por tal motivo, encarna un tipo de producción que no necesariamente requiere de la técnica constructiva, sino que expresa su intención a través de ideas y símbolos.
1 Comment
I wonder what is still in development resulting from this partnership?... .
Block this user
Are you sure you want to block this user and hide all related comments throughout the site?
Archinect
This is your first comment on Archinect. Your comment will be visible once approved.