En este magnífico paraje en las afueras de Marrakech se plantea un nuevo desarrollo urbano. La creación de esta nueva ciudad determina la necesidad de plantear una serie de edificios dotacionales, equipamientos y zonas verdes que lo hagan viable, estos se concentran en unos 115.000 m2 de suelo y se articulan entorno a un eje central, alineado con una  gran lamina de agua de forma rectangular en la que se vuelcan y reflejan los edificios dispuestos a ambos lados. Este orden crea un gran eje visual que termina con una esbelta torre a modo de minarete desde donde se contempla toda la ciudad, siendo punto de referencia de la actuación. En este proyecto se plantea un Hotel de 400 habitaciones, con una superficie de unos 24.000 m2. Esta ordenado como un conjunto de edificios en torno a una gran piscina central y cuenta con 365 habitaciones y 35 suites, 6 restaurantes, 4 bares  discotecas, fitness-club, tiendas, tintorería y servicio de guardería, además de banco, salas de juego y centro de negocios. El Centro de ocio se organiza en dos edificios, unidos por otro a modo de pasarela, disponiendo una amplia zona verde en torno a éstos, varias plataformas de agua discurren entre los dos edificios, pasando por debajo de la unión de éstos.