Total Constructed Area: 129,474 m2

Los Mayas entendieron al universo como el resultado de partituras numérico-geométricas emanantes de un principio universal que llamaron HUNAB-KU
”EL QUE OTORGA LA MEDIDA UNICA”
Lo que actualmente llamamos los 7 días de la semana, ellos lo expresaron geométricamente como 7 ordenadores cósmicos.
Cada ordenador produce partituras numérico-geométricas, las cuales aplicaron a sus diversas construcciones, con la garantía de la estética y belleza otorgados por la proporción áurea – 1.618

Para Sirenis se elaboró un análisis de la topografía y forma del terreno el cual se compone de caletas y recovecos, que en conceptos mayas resulto ser un terreno femenino , afín a Venus.
Aplicando los principios del equilibrio de fuerzas, se escogieron las partituras numérico geométricas emanantes del ordenador de Marte, que coincidentemente se encontraba en el punto más cercano a la tierra al momento de la elaboración del proyecto

La figura geométrica marcial por excelencia es el pentagrama, cuyo talud descendente es de 72°, convirtiéndose en el Angulo rector de todo el proyecto.
 

Principios básicos sustentables de la arquitectura tradicional de los pueblos Mayas actuales, y de su monumental arquitectura prehispánica, ha sido reinterpretados con materiales y diseños contemporáneos en el Hotel Gran Sirenis Localizado en un manglar extraordinario de la Riviera Maya.
Al adaptar los ancestrales conocimiento de respeto al medio ambiente y los recursos naturales a un proyecto actual. Los diseñadores del complejo han logrado crear un centro turístico de alta densidad, pero con mínimo impacto en el centro natural y sus recursos.

“Este proyecto incorpora principios importantes del diseño bioclimático actual, haciendo a la vez referencias a la arquitectura Maya prehispánica, así como a soluciones y materiales arquitectónicos de la región, con el fin de minimizar el uso de recursos energéticos.

El proyecto fue considerado ganador, no sólo por el menor uso de recursos energéticos y por el resto mostrando hacia los sistemas ecológicos que le rodean, sino también por ser un proyecto que, por su alta exposición al público, aporta un aprendizaje sobre las formas en que la sustentabilidad puede ser alcanzada sin sacrificar el confort propio de un lugar de recreo.
La obra incorpora una serie de principios de diseño bioclimático derivados, tanto de un estudio de las formas tradicionales de la región, como de estudios técnicos sobre soleamiento, humedad, y ventilación. Los principales edificios del complejo, aquellos destinados a las habitaciones del hotel, están organizados en torno a un corredor central que cuenta con una cubierta traslúcida para la iluminación natural de su interior. Aprovechando sistemas prefabricados, la superficie inferior de los edificios está separada del terreno, apoyando las losas sobre las columnas a manera de palafitos. Esta separación del primer piso respecto al suelo permite que el aire circule bajo el edificio, contribuyendo a su equilibrio térmico y evitando el contacto directo de la losa humedad propia del terreno con o con crecidas de agua por las tormentas o huracanes.

La inclinación de 72 grados de los muros de la fachada, inspirados en los taludes y bóvedas Mayas, es utilizada para facilitar la mayor iluminación natural al interior de las habitaciones, en tanto que volados, a manera de escamas sobre los balcones, protegen de la irradiación directa del sol y de la lluvia. Finalmente, el desplante del conjunto de los edificios sobre el terreno respeta al máximo las zonas de alta densidad de vegetación, creando entornos en los que la intervención arquitectónica y la naturaleza se protegen mutuamente.